12 de octubre de 2007

Susurros

Es lo de siempre, ilusiones vanas, vacías, forjadas en bastos espacios de absoluta nada. Demasiado tiempo para pensar, o quizás es que prefiero pensar en ti que arrojarme a los pestilentes pozos del olvido, pestilencia que al principio amarga pero luego consigue que abras los ojos a aquello que antes no podías y no querías ver, y el tiempo se hará dulce al pasar, porque te has ido y de ti nada queda. Nada.

Mentiras infames, es mejor mentirse a uno mismo y dejar que, poco a poco, vacíe una lata de pintura roja, recipiente en que se diluyen todas las gotas de extraños sentimientos, lata que arde en mi pecho y que habría arrancado hace tiempo, si no la necesitase para pintar de negro los muros que me pone la vida.

Quizás, puede, alomejor, quiero pensar en ti que creer que todo se hace añicos mientras el reloj sigue, sin parar nunca, su macabro baile, una danza fría entre tu y yo, y al final todo se vuelve normal, y solo quedan susurros de lo que pudo haber sido, susurros de un agridulce....adiós.