30 de noviembre de 2006

Cambios

Conócete, acéptate, supérate... es extraño lo mucho que pueden cambiar 3 palabras la vida de álguien. Solemos caminar sin darnos cuenta del camino y por eso tropezamos más de dos veces en la misma piedra, pero solo cuándo álguien nos ofrece una mano amiga y nos anima a seguir por el oscuro sendero del que nada sabemos más que lo pasado, es cuando de verdad sientes que hay luz, incluso aunque algunos jamás hayamos podido verla...

Para una gran amiga y confidente. Para tí

23 de noviembre de 2006

El Velo

Como un velo que cubre la luna
Son las nubes de tu mirada
Cada vez que intento expresar la ternura
empiezo a pensar que no quiero nada.

Quiero querer y no sentir el sentimiento que me embarga
pero no puedo hacer nada para remediar los errores de mi falta
¿Que decir de las tardes desenfrenadas?
No son mas que reflejos de charcos plateados en tu mirada
Vestigios de un amor sin culpa y con desgana
El sol dejó de abrazarlo, Y la oscuridad lo miraba con rabia.

Quiero creer que para mi no eres nada
Pero no deja de ser un sueño que nunca acaba
Que decir, de esas miradas apaciguadas
son el tiempo que avanza sin templanza
Que decir, de esas miradas apasionadas
son el momento cumbre de un amor sin esperanza.

Otoño

Otra mañana de otoño como cualquier otra, he visto cientos parecidas y como siempre iba paseando lentamente, haciendo el camino que jamás se sabe donde acaba pero que siempre arranca una sonrisa y melancolía al volver atrás la mirada para recordar pero ésta mañana tenía algo especial.

Por primera vez deje de andar el camino y me paré a contemplar aquel paisaje idílico lleno de secretos que invitaban a ser conocidos, sus hojas de colores ocres que parecían fuminarme con la mirada, aquellas formas que se dejaban acariciar con el viento sin perder un ápice de su intensidad.

El tiempo había parado y jamás sabré cuánto tiempo pasé allí, intentando convencerme de que era solo mía, que allí jamás habría nadie excepto yo. Me equivocaba. Por allí pasaban otros, algunos que como yo se paraban un momento a contemplar y otros que pasaban de largo, pero ninguno sentía lo que yo...

Después de todo yo no era nadie para aquella maravilla, empecé a sentirme minúsculo y mareado ante la grandeza de aquella castaña mañana de otoño. Cuando estaba a punto de caer una brisa levantó mi cuerpo, me elevó a lo más alto donde solo quedabamos ella y yo. Ahí fui feliz. Pero como siempre la felicidad no dura, y me di cuenta de que también había otros y que caía sin remedio, para golpearme en lo más profundo del alma.

Desde entonces, sigo caminando y aún contemplo la belleza de las marrones mañanas de otoño que invitan a más, pero es posible que ahora solo las admire, pero que ya nunca pueda amarlas y por eso ando, ando intentando no caer en sus encantos.

22 de noviembre de 2006

El Nuevo Amanecer

Ahora, sentado en el mirador del parque veo el sol acercandose lentamente hacia el suelo como un primer beso, lento, especial, y con ese magneficiente poder todo se envuelve en una magia tan cálida, acojedora que embriaga de belleza a quien la mira, todo pasa, y como el ocaso, termina, la calidez, los brillos magicos pasan a oscuridad y frio...

Pienso que a veces esto es como mi vida, te he querido lo bastante como para sentir todas estas sensaciones cada vez que te miraba o acariciaba... ¿Cual es el aroma que deja lo que algunos ingratos llaman amor en los ojos de un inocente que pierde su vida y su libertad para que la otra persona sea feliz con o para ella?, yo ya no se distinguirlo...

Un poeta frances escribió: "Una pareja son dos narcisismos que se anudan". Bien, bastante cerca de la realidad a mi modo de ver; ahora miro este atardecer y noto que te has llevado algo de mi que nunca podré recuperar: La inocencia,la confianza en la vida y en todo lo que se anuda en ese tipo de reflexiones.

No queria pensar que esto se habia acabado y fuí en tu busca, con pena y sin gloria, claro está ¿Que gracia tendria si lo hubiera conseguido?, me descubrí mintiendo al descubierto de mi mente... Diciendome a mi mismo que quizás... algun dia lo que sentia por ti haria cambiar tu manera de ver las cosas. Pero, y es hoy, cuando miro este beso celestial, cuando me doy cuenta de que ese beso, fué simplemente un momento, y que ahora hace frio, pero pronto se hará de dia...

Y creo que tengo cosas mas importantes que hacer que soñar que quiero soñar contigo.

20 de noviembre de 2006

La putada de todo esto es que vivimos ingenuamente en el presente, buscando a tientas, torpemente, en el futuro, pero cuando la vida cobra realmente sentido es cuando echamos la vista hacia atrás.

- No sé quién en no sé qué momento.

16 de noviembre de 2006

Sentir.

Deseaba sentarme a la orilla del mar, sentir como la arena se entrelazaba entre mis pies a la vez que mis manos se entrelazaban con las tuyas, deseaba sentir el agua fría del mar en contraste con el calor de tu ser contra mi piel, deseaba sentir el suave toque del sol filtrado a través de tu pelo, deseaba sentir el fluir del viento mezclado con tus manos paseando sobre mí.


Deseaba sentarme al abrigo de un árbol, sentir el frescor de la hierba a la vez que oía el frescor de tu sonrisa, deseaba sentir el olor de la tierra húmeda a la vez que escuchaba la calidez de tu voz, deseaba sentir el vaivén de la sombra de las hojas mientras contemplaba la inmensidad de tus ojos, deseaba que el pasar del tiempo ralentizado por el momento simplemente se detuviese.


Te pedí que me pidieras, necesité que me necesitaras, pero nada de ello quisiste, masacraste mi imperfección, dejaste de lado mi ilusión y el nosotros se convirtió en tú, a la vez que en yo. Jugué con los sueños, jugué con la ilusión y por jugar demasiado el juego me destruyó. Fue quizás un juego de azar, en el que creía que con trabajo podría ganar, pero como siempre te dije: el que algo quiere algo arriesga.


Si por mi fuera te habría enseñado la humildad de mi persona y la inmensidad del mundo; la insignificancia del ayer, la importancia del ahora y la magnitud del mañana. Jamás comprendiste lo que significabas, nunca fuiste capaz de entender el valor que tenías, jamás comprendiste que lo que yo quería era vivir. Mas ahora comprendo que para vivir, no puedo arriesgar mi vida.

3 de noviembre de 2006

"¿Sufre más el que espera siempre que aquel que nunca esperó a nadie? "

- Pablo Neruda