16 de julio de 2013

Otra mentira más.

Quisiera decirte que esta es la última,
que no me verás sufrir más,
que no habrá más lágrimas.

Quisiera decirte que puedo ser feliz,
que todo irá bien, ya lo verás,
que ya no importa, nunca más.

¿Estás con alguien? ¡Eso es genial!
¿Yo? Ya ves, una aquí y una allá,
lo de siempre, alcohol y follar.

Los dos sonreímos y hablamos del tiempo,
pero yo sé que no es verdad,
que me tiraba a tus brazos sin dudar.

Y a tus piernas, y a tus labios, y a los otros...
para no dejar que te vayas,
para no perderte en cualquier lugar.

Ahora no es el momento, pues vale,
pero no me robes el de mañana,
no me hables de crueldad.

1 de julio de 2013

Siempre tú.

La luz del sol temprano atravesaba tímidamente las rejas de la persiana, mezclándose en el aire con una ligera esencia que se expandía por toda la habitación, reflejándose en tu cabello y arrancando suaves destellos de ti, como si de un halo se tratase; todo tu ser se fundía con el ambiente, daba la sensación de que pertenecías a aquel lugar. Con los ojos cerrados y una sonrisa serena, te mecías entre las sábanas, como deseando no despertar. Con ternura entrelacé mis dedos entre los tuyos, me respondiste con una mirada, somnolienta al principio, sin embargo pronto se avivó, las primeras llamas de una hoguera, y finalmente se tornó radiante y cautivadora. Suavemente, me solté de entre tus manos para sumirme en una caricia que recorrió todo tu brazo, comenzando por tu muñeca, para acabar sutilmente apoyada en tu cuello. Sin poder reprimirme más me acerqué a ti y me entregué apasionadamente en un instante que se me antojó infinito, extendiéndose mi consciencia hasta el último rincón de tu ser, hasta el último rincón de la habitación, que ahora era simplemente inconmensurable. Tus latidos, cada vez más intensos, y más; y tu respirar, cada vez más corto y más lleno, y tus brazos, extendidos en un abrazo incalculable, y tu beso, tan cálido, dulce y a la vez frenético, y tus piernas jugando entre las mías, y tú... simplemente tú, y siempre tú.

Una risa juguetona se escapó de tu garganta, en forma de un cálido soplo, y me arrebató un escalofrío que me recorrió por completo. Delicadamente me acerqué a tu oreja y la mordí con ternura, dejando que mi respiración se filtrase a través de ti. Tú te sumiste en un estado de placer inconmensurable y, también, te fundiste por completo con la habitación. Tú respiración y la mía, ambas armonizadas en un juego atemporal, entregados ambos al instante mismo, un instante que perduraría en el tiempo y que sin embargo no saldría de esa habitación.

Aquella mañana hicimos el amor, aquella mañana me encontraba tan cerca de ti que el abismo que nos separaba se me antojó por un instante ridículo, comparado con todo lo que podríamos llegar a hacer. Aquella mañana pude al fin vivir en sueños.

23 de junio de 2013

Derretido.

El reproductor encendido deja escapar los lamentos de un piano a ritmo de jazz, el humo espeso de un cigarro que se consume baila y se escabuye entre libros que ya nadie lee. Una piedra de hielo se disuelve en whisky barato, ya no es piedra y ya no es whisky. La luz de la luna... No, hoy no sería tan considerada. La luz de la calle se cuela por la ventana y alumbra un periódico viejo. Aparto las cenizas y lo contemplo, nunca fue leído, olvidado el día que marchaste. Una punzada me recuerda que sigues presente, me aferro al periódico y mis lágrimas se derraman dentro del vaso, ya no es nada; y aún así me lo bebo.

6 de mayo de 2013

Carta.

Amar es complicado, es irracional y racional, es físico y virtual, es fácil y difícil, a veces por separado y a veces todo ello a la vez. Pero, al final, todo se reduce a amar.

Yo te amo, en todos los sentidos posibles. Amo que me hayas hecho mejor persona y que quiera serlo aún más. Amo cuando callas, cuando hablas, cuando ríes, cuando lloras, cuando te entiendo y cuando eres un misterio para mí... Y cuando no estás, amarte me hace seguir adelante.

Hay muchas cosas de las que me arrepiento: el haberte hecho sentir infeliz, el haberte hecho sentir sola, el haberte hecho sentir vulnerable. Pero en ninguna de ellas está el quererte.

Quiero verte feliz, quiero verte crecer, quiero ver como cumples tus sueños. Quiero compartir lágrimas y sonrisas, noches en vela, noches de miradas y noches de cálidos abrazos.

Por ello espero, con ilusión, con esperanza, con confianza, porque sé que puedo hacerte feliz, sé que contigo soy feliz. Se que nuestra historia no termina aquí.

19 de abril de 2013

Vuelta a las andadas.

Todo empezó con un accidente, y en accidente terminó, con trozos rotos tirados por cualquier rincón. Y uno a uno los recojo, lloro, los arropo y los guardo. Una sonrisa, con luz suficiente para alumbrarme días. Un morrito dulce, con ternura para acallar las amarguras. Una lágrima sincera, capaz de romper mi orgullo y compartir tristezas.

Uno a uno van cayendo, tesoros del pasado, dentro de una caja con nuestros nombres. Ahí va nuestro primer viaje, los dos niños y traviesos, frío fuera y calor dentro, juntos y apretados. Ahí una noche de espera, por la guagua tardía, en un abrazo eterno que todavía no termina. Se suceden noches de alcohol y pasión, de diversión y enfado, pero sobre todo de miradas cómplices y de un amor mal acabado.

Preocupaciones, ambiciones, ilusiones; ahora sin dueños, se deshacen en jirones, azuzados por el tiempo. Y en el centro de todo, insufrible, inamovible, estás tú... O lo que me dejaste de ti. ¿Por qué no te llevaste eso también?

28 de julio de 2009

No. name 0

Durante aquel minuto,
eterno en el tiempo,
el sendero de tu boca
me transportó cual
partícula en el viento
por montañas etéreas
hechas de deseo, y
sufrimiento.

Y al final del camino,
un oasis de sonrisas.
Refugio de mis sueños,
o esperanzas, o las dos,
ya no ansío ni lamento.
Solo quiero andar
contigo,
sea cual sea el destino.

25 de mayo de 2009

Solo eras.

Entre hilachos de humo solo eras sonrisa,

eras alma, cabellos, anhelos de grandeza,

eras mis pies saltando desde la cornisa.

Eras brazos sujetándome, levantándome la cabeza,

eras el tiempo movido por la brisa,

entre trazas fugaces, solo eras tú contra la tristeza.


Vuelvo la vista atrás y ya no queda nada,

el camino a seguir fue todo lo que me dejaste,

borrosa vereda, de ventanas sucias y olvido.

No más dudas, aunque luche contra el viento,

aunque camine solo, entre edificios y aullidos,

no me ahogaré otra vez entre lágrimas y lamentos.

4 de marzo de 2009

Comienza...

Hoy no quiero despertar
Cambio de pronto todo alrededor
El tiempo la estación tu cara
Voy siguiendo una canción
Y se hace cuesta arriba...

Hoy no quiero despertar
El miedo volvería a mi rincón
Dejándome otra vez perdido
Soy pedazos del ayer
Tan solo necesito...
oír tu voz...

Tan solo necesito
Tenerte junto a mi
Salir de este vacío
Y estar cerca de ti...

16 de enero de 2009

Perderé la cabeza por ti


Escribe con carbón en mi pensamiento
que cruzamos océanos de tiempo
dibujando los garabatos de mis fantasías
poco es tanto cuando poco necesitas...

24 de diciembre de 2008



Sensibles caricias a letras, formando palabras, llenando espacios en blanco con sentimientos,
llenando vacíos con vicios, formando anhelos con pensamientos
Y volver a sentir las notas efímeras del tiempo, que ya han pasado, pero que aun siguen flotando
Miedos de madrugada, Furia del mundo tras nubes blancas cargadas de compasión
Buenas acciones en esquinas olvidadas, conviviendo con obscenas convicciones
Un crescendo por los que ya no están, notas que ya no se volverán a oír, pero que jamás se olvidarán
Bocas como rasguños, muecas ensayadas para momentos que nunca llegarán
Y figuras inertes como recuerdo, recuerdos inertes como notas ya tocadas...

Dicen que la vida siempre ha sido igual, pero nosotros no, nosotros no...