23 de junio de 2013

Derretido.

El reproductor encendido deja escapar los lamentos de un piano a ritmo de jazz, el humo espeso de un cigarro que se consume baila y se escabuye entre libros que ya nadie lee. Una piedra de hielo se disuelve en whisky barato, ya no es piedra y ya no es whisky. La luz de la luna... No, hoy no sería tan considerada. La luz de la calle se cuela por la ventana y alumbra un periódico viejo. Aparto las cenizas y lo contemplo, nunca fue leído, olvidado el día que marchaste. Una punzada me recuerda que sigues presente, me aferro al periódico y mis lágrimas se derraman dentro del vaso, ya no es nada; y aún así me lo bebo.

No hay comentarios: