¿De libros iba la cosa?

Hace unos meses escribí una entrada en la que comparaba la vida con un pesado libro lleno de capítulos, no creo que sea un gran texto, he llegado a currármelo más, pero en su momento me dió la oportunidad de dar salida a un montón de pensamientos y sentimientos que tenía en mente y que no sabía cómo ordenar. Era en si, junto con otras entradas, un intento de desahogo que me permitió seguir adelante con menos peso en la cabeza.

El capítulo que hacía referencia en aquel relato terminó (menos mal xD), muchas cosas pasaron desde entonces y el blog dejó de tener el sentido que le había dado en un momento de necesidad. Ahora espero retomarlo, junto con David y Tiki, para tratar de abordar una mayor amplitud de temas desde un punto de vista, por lo menos, más sereno.

Con este blog, pretendemos dar nuestra visión particular de cuanto nos rodea, una bastante inexperta y diferente de lo que se considera que valora la juventud “normal” de hoy. Estamos en contra del aborregamiento reinante y por ello utilizamos nuestra “voz” a modo de denuncia por toda la bazofia cerebral con la que tenemos que convivir día sí, día también. Entre los tres, esperamos dar puntos de vista diferentes respecto a los temas que tratamos, enriqueciéndolos desde el debate y la aportación de nuevas ideas.

Así pues, en los próximos días iremos retomando nuestra actividad, de una forma más ordenada y tratando temas más diversos (los desahogos vienen bien, pero tanto acaba por aburrir). Continuando con la metáfora bastante descafeinada:

Capítulo enésimo: “Cuando las personas no pueden dormir”